La cantante estadounidense encabezó ayer en Roma la marcha del orgullo gay, instancia bautizada como Europride. Ante cerca de un millón de personas venidas desde toda Europa, la artista salió al escenario situado en la explanada del Circo Máximo, en el centro de la capital italiana, portando su clásica extravagancia: peluca verde fluorescente, lentes de sol redondos que cubrían gran parte de su rostro, labios muy pintados y un vestido de amplias dimensiones.
Sólo acompañada por su piano, la mujer cantó Born this way, el sencillo que da nombre a su última producción, aparecida en mayo. Antes, tomó el micrófono para apoyar las causas del evento y dar su visión:
"No es sólo una fiesta, no es sólo una manifestación pacífica, estamos aquí para defender el amor. Queremos pedir por la libertad, la justicia, la comprensión y, sobre todo, por una completa igualdad".
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